Por Alejandro Durán
A pesar de que México no reporta un problema generalizado de deuda pública a nivel estatal, es cierto es que en cinco entidades federativas (Quintana Roo, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila y Sonora), están prendidos los “focos de alerta”, advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Y lo anterior, porque en dichas cinco entidades la deuda pública que han contraído como porcentaje de las participaciones federales, representa 201 por ciento en Quintana Roo; 198 por ciento en Nuevo León; 196 en Chihuahua; el 186 por ciento en Coahuila y el 123 por ciento en Sonora.
“A pesar de que no existe un problema generalizado de deuda pública a nivel subnacional, sí existen focos de alerta en algunas entidades federativas”, destacó el IMCO.
A través de un estudio, el organismo agregó que, por el contrario, las entidades que reportan los menores porcentajes en ese sentido son Tlaxcala (0.8 por ciento); Querétaro (4.1); y Guerrero (13.4 por ciento).
“La deuda pública no es ni buena ni mala, es un instrumento de financiamiento que bien utilizado puede detonar la inversión, desarrollo económico y bienestar para las personas. Mal empleada puede comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas, la operación del Gobierno y la provisión de servicios a la población”, advirtió el IMCO.
Al respecto, recordó que la deuda pública son créditos o financiamiento que permiten usar hoy recursos que vendrán en el futuro y la inversión pública requiere de este financiamiento.
“La clave en la contratación de cualquier deuda, incluida la pública, radica en la capacidad de pago y condiciones de contratación”, apuntó.