El personal de salud que labora en la primera línea de atención utiliza agujas en su práctica diaria y se enfrenta al riesgo de sufrir punciones accidentales, las cuales pueden conllevar la exposición a patógenos como el VIH y la Hepatitis B y C.

Estas infecciones pueden tener graves consecuencias para la salud del trabajador, incluyendo enfermedades crónicas cuyas complicaciones pueden ocasionar la muerte. Además, implican costos asociados para el Sistema de Salud derivados de pruebas de laboratorio, tratamientos requeridos, profilaxis posterior a la exposición y la ausencia laboral.

“Es fundamental implementar medidas de prevención para reducir el riesgo de punciones accidentales y proteger la salud del personal sanitario mediante el fortalecimiento de las mejores prácticas, el apego a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud en seguridad hospitalaria”, dijo la doctora Roxana Trejo, expresidenta de la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales (AMEIN), socia fundadora de la Asociación Latinoamericana de Control de Infección (Aslaci) y gerente de Epidemiología y Control de Infecciones del Centro Médico ABC.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se registran cerca de dos millones de accidentes punzocortantes entre trabajadores de la salud, con una tasa de contagio del 37.6% para Hepatitis B, 39% para Hepatitis C y 4.4% para VIH/SIDA.

En la mesa redonda “Más seguridad, menos riesgos” que se llevó a cabo en la 3ª Cumbre Latinoamericana de Terapia Intravascular 2024, en la Ciudad de México, la doctora Trejo resaltó la importancia de utilizar dispositivos de seguridad como agujas con capuchón retráctil, agujas especiales para preparación de medicamentos y contenedores para agujas cortopunzantes.

Por su parte, la maestra Martha Huertas, subdirectora de Enfermería Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), enfatizó los riesgos que corre el personal de salud. “En algunas instituciones el personal de enfermería es una de las categorías afectadas por punciones accidentales, pero también otras como las del área médica en formación, es decir médicas y médicos de pregrado. En algunas situaciones puede deberse a la falta de competencias, pero en otras circunstancias puede ser por la utilización de insumos inseguros”, advirtió.

“Es común que la falta de conciencia lleve a realizar procedimientos como el reencapuchar objetos punzocortantes y/o a la eliminación incorrecta de los mismos. Por ello la necesidad de insistir a través de programas de educación continua sobre todas las estrategias de prevención, como el no reencapuchar las agujas, tampoco doblarlas o romperlas manualmente”, agregó.

Un estudio mexicano con seguimiento de 11 años realizado a personal de salud demostró que el de enfermería es el más afectado por los accidentes punzocortantes, con 39% de los casos; 34% eran médicos residentes; 72% de las lesiones estaban relacionadas con agujas. 54.5% de los accidentes ocurrieron en el turno matutino y 23.1% en el nocturno.

Por su parte, María de Lourdes Meléndez, gerente de Medical Affairs en BD, destacó que actualmente existen agujas para preparación y administración de medicamentos que integran funciones de seguridad que ayudan a prevenir punciones accidentales en el personal de salud.

BD cuenta con un portafolio de seguridad diseñado para prevenir punciones accidentales durante la preparación de medicamentos. Incluye agujas, entre ellas una línea para administración de medicamentos como BD Eclipse y jeringas de seguridad que ayudan a proteger al personal de salud contra accidentes punzocortantes, además de contenedores para desechar estos materiales.