Redacción

Mario Moreno Cantinflas tuvo varios romances a lo largo de su vida, algunos de ellos prefirió mantenerlos privados, pero con el tiempo han sido destapados por otras personas.

Tal fue el caso de la relación que sostuvo con la española Carmen Sevilla, a quien conoció cuando ella apenas había llegado a México, en 1953, para protagonizar la película Gitana tenías que ser.

En su momento, no se supo de la cercanía que tuvo El mimo de la gabardina blanca con Carmen, hasta años después, cuando ella misma reveló que estuvo enamorada de su colega, así como él de ella.

Todo habría comenzado cuando la Novia de España y su gran amiga Lola Flores fueron invitadas a una obra que Cantinflas estaba presentando en un teatro. La intención habría sido de simplemente conocerlas, pero cuando él vio por primera vez a Sevilla, cayó profundamente enamorado y esta ocasión le sirvió para intentar comprometerse con la actriz.

Ya que el protagonista de Ahí está el detalle no quería perder tiempo, en cuanto finalizó su puesta en escena, las invitó a una sala de fiestas, donde pensaron que sólo saludarían al histrión, pero, dentro de su plática, él le regaló un anillo con diamantes a la sevillana.

Carmen, sin saber qué hacer, aceptó el regalo de Cantinflas; sin embargo, Lola Flores ya imaginaba que Moreno estaría planeando hacer obtener algo como respuesta a partir de sólo una sortija.

Lola le advirtió a su amiga que no debía de aceptar un regalo de ese tipo, menos viniendo de un hombre que estaba casado porque “ya sabes lo que viene”. Con estas palabras, Carmen decidió devolver el anillo, pues así no tendría que darle nada devuelta a Mario.

Lo que suponía Lola era que, con esa joya, Cantinflas le estaba dejando implícito a la española que, en un futuro, se casarían, y la sortija representaba este compromiso que asumirían los dos.

En el libro que publicó Carlos Herrera en 2005 acerca de las memorias de la protagonista de Violetas imperiales, compartió que ella pensaba que en ese momento acabaría la relación que apenas había comenzado con el Mimo de la gabardina blanca, pero no fue así, pues en los siguientes años formaron una fuerte amistad.

Al ser uno de las primeros actores que ella conoció en México y debido al interés que ambos sentía por el otro, continuaron frecuentándose y se volvieron amigos.

Ella también reveló que en una ocasión se besaron, pero no pasó a más porque ella en ese momento ya sabía que Cantinflas estaba casado y respetaba esto. Asimismo, confesó que sí le gustaba el actor, pero se volvió su amor platónico por todo lo que los separaba emocionalmente.

Una de las cosas que no les permitió llevar su amistad a un romance fue que cuando se volvieron a ver, después de que ella le devolvió el anillo, fue que ya se había casado con Augusto Algueró.

Cantinflas no fue el único mexicano del que la Novia de España se enamoró, pero prefirió mantener su relación en una amistad. Pedro Infante también se convirtió en uno de los amigos más cercanos de Carmen, pero esto sucedió después de que trabajaron juntos y que los dos se hubieran enamorado.

El Ídolo de Guamúchil conoció a la sevillana en Gitana tenías que ser, película que protagonizaron, durante ese tiempo, él siempre se comportó muy coqueto con ella, lo que la llevó a enamorarse de él. No obstante, en varias entrevistas negó que hubieran mantenido un amorío, contrario a los que se ha dicho.

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