El pasado fin de semana, presenciamos una manifestación muy valida de hartazgo del nuevo régimen autoritario en la Presidencia; todos los manifestantes mostrando su desacuerdo a la forma de gobernar. El gran problema de esto no es que se manifiesten, es que no están bien encaminados.

El nivel de discusión que la manifestación en automóviles provocó, por mencionar algunas son, alzan la voz desde el privilegio de sus autos, no puedes hablar de no tener que comer si tienes un auto mayor al año 2010, estábamos mejor con el PRIAN, empiezan a reunirse grupos políticos de choque para deslegitimizar el gobierno.

Lo siento, pero definitivamente como comunidad que ha sufrido de la política, no hemos aprendido nada de democracia, de nada sirve hacer ese tipo de manifestaciones, si no hay una propuesta clara de que se quiere lograr con eso y como lograr esa petición. La propuesta es que AMLO este fuera del Gobierno: Ok va.. Y ¿Cómo piensan lograr esa petición? ¿Bajo qué artículos de la Constitución? ¿Bajo qué circunstancias? ¿Para qué? ¿Con qué medios? ¿Cuáles serán los beneficios? ¿Con quién? ¿Quién toma su lugar?

Nos han tatuado desde el nacimiento que México está como está por sus políticos… Es la salida más cobarde y vil para sacudirse los problemas. Más allá de las raíces de la gobernanza fallida que hemos arrastrado desde la Constitución del país, el problema reside en los ciudadanos. Es muy fácil criticar desde la ignorancia, así como también es sencillo el aplaudir desde ella. Además, si se va AMLO ¿Quién o qué partido nos va a asegurar que vamos a estar mejor?

Si, en realidad los que tenemos que sacar y que hemos sacado este país adelante somos los ciudadanos, somos los que aportan los impuestos y participan en las urnas, somos los solidarios ante las desgracias nacionales.

La tarea es empezar a aplanar la curva del clasismo, generar/mantener empleos, buscar que el gobierno facilite la creación de empresas y que no las ahogue. Crear mejores condiciones para los trabajadores y hacer inversiones que hagan sentido para poder incentivar el efecto multiplicador -que significa-, mover el dinero en diferentes manos para que se pueda multiplicar su efecto de desarrollo siempre y cuando la moneda de cambio tenga un valor agregado. Si el dinero se da regalado, claro que tendrá un valor cuando se gaste, pero no va a tener la misma repercusión si ese dinero se gano de una manera digna y con un intercambio de tiempo o de un producto.

Hoy la única manera de poder generar una petición política, con impacto nacional, es con la oposición, y vaya ¡No existe oposición! O la que existe esta híper-polarizada, hasta parece que están ayudando a que se mantenga en el poder su contraparte. Lo increíble es que no existan mecanismos políticos mas que el Judicial que pueda detener las ocurrencias.

Si no es medible, no es mejorable y si se cambian las mediciones internacionales para beneficio de una “trascendencia disfrazada” es cuando menos las manifestaciones sin propuestas claras y con plazos definidos van a tener una gran repercusión en el país. La única forma que veo que exista un cambio verdadero es en las siguientes elecciones, pero nadie nos puede asegurar un mejor país si no se empieza a mejorar desde casa.