Redacción
México cuenta con ciudades, dentro del círculo de las metrópolis, con potencial para ser inteligentes o Smart Cities, como Ciudad de México, Veracruz, Querétaro, Puebla, Benito Juárez, en Quintana Roo; Mérida, Ciudad Juárez, Torreón, Guanajuato, San Luis Potosí, ejemplos que se multiplican en el país y en América Latina.
De acuerdo a un estudio de Newmark Knight Frank, denominado “Ciudades Globales” destaca que actualmente se vive en una avalancha de innovación tecnológica donde más del 60% de los habitantes del mundo posee teléfonos inteligentes, tabletas y conexiones vía wifi, y ahora con la red 5G se espera una nueva era de la difusión de la información, aumentado la capacidad de trabajar de manera móvil. Se calcula que 4 mil millones de personas viven en ciudades y la previsión es que la población concentrada en las grandes metrópolis del mundo aumentará hasta un 13% hacia el 2050, es decir, 68% de los habitantes del orbe vivirá en zonas urbanas.
Sin duda, la crisis sanitaria puso en la mesa los requisitos de las ciudades en México para convertirse en Inteligentes, con un mayor número de servicios de conectividad para un mayor número de habitantes.
De acuerdo con los requerimientos de lo que significa ser una ciudad inteligente, se determinan por diversos factores que van desde movilidad, infraestructuras tecnológicas, de energía, transporte, planificación urbana, uso eficiente de recursos, entre otros.
“El concepto de ciudades inteligentes no solo implica temas de movilidad, implica atracción de talento humano, economía, cohesión social y otros. Yo creo que cada ciudad que desea adoptar un modelo de ciudad inteligente tiene que hacer un plan al 2025, 2030 o 2050. Si queremos crear verdaderas ciudades que se manejen bajo estos conceptos, es fundamental tomar en cuenta una serie de elementos para el mejoramiento de las ciudades, generar parámetros que permitan crear un entorno que beneficie a futuro, no solamente para poder atender contingencias como las que estamos viviendo actualmente, sino para mejorar la calidad de vida”, señaló Juan Flores, director de investigación de mercados de Newmark Knight Frank.
El estudio de Ciudades Globales de Newmark Knight Frank, apunta a una serie de circunstancias que han evolucionado a las urbes para convertirlas en inteligentes:
LA GENERACIÓN DE LOS DISPOSITIVOS INTELIGENTES
La innovación genera más innovación a cada momento, los teléfonos inteligentes y las tabletas provocaron una revolución en la forma en que la gente accede a internet, correo electrónico, medios de comunicación y redes sociales. Las empresas hoy están interesadas en incorporar a un personal creativo y altamente capacitado. Estos trabajadores no se caracterizan por la edad, sino por una mentalidad adaptativa y de pensamiento libre. Y las empresas son conscientes que los espacios de trabajo deben ajustarse a las exigencias de este nuevo segmento.
CIUDADES FLEXIBLES
Las industrias que impulsan la Ciudad Global moderna no dependen de maquinaria o mercancías, sino de la gente. Los espacios que las empresas necesitan hoy en una ciudad son modernos edificios de oficinas con espacios flexibles, que se adapten a las personas y a sus necesidades, donde esté presente el bienestar y la salud de los empleados. En esta nueva economía del servicio y el conocimiento, y no tan ligada a la manufactura, han cambiado las necesidades y las aspiraciones de los trabajadores que cada vez más buscan vivir cerca de sus espacios de labor.
HOGARES PARA MILLENNIALS
Muchos millennials se sienten excluidos de la economía globalizada con respecto a la compra de su propia vivienda, esto se encuentra aún fuera de su alcance en muchas de las ciudades globales. Esto requiere una respuesta de la política pública para ofrecer opciones más adecuadas a este segmento, como incentivar el desarrollo de viviendas accesibles en el centro de la ciudad y acelerar el reciclaje de antiguos emplazamientos industriales como distritos de uso mixto. La demanda es real y el capital para esto existe, solo es cuestión de derribar barreras y buscar nuevos modelos. Es hora de construir más hogares que se adapten a las nuevas generaciones.
EDIFICIOS Y TECNOLOGIA
Para hacer posible la expansión de las Ciudades Globales, se necesitan nuevas tecnologías para construir edificios con características hacia la salud y el bienestar. Estas son las cinco nuevas tendencias en la construcción de torres:
- Elevadores: nuevas tecnologías hacen posible mejores elevadores, más veloces y que ocupan menos espacio
- Nuevos materiales: nuevas alternativas más rápidas, livianas, sustentables y económicas ganan un lugar.
- Nuevas técnicas de construcción: la construcción modular externa es una tendencia acelerada.
- Diseño sustentable: los edificios ya no son simplemente estructuras, sino que cada vez son más reconocidos como entornos dinámicos donde el impacto del diseño tiene una influencia directa en la productividad de los ocupantes, la salud y el bienestar.
- Estabilidad y aerodinámica: los rascacielos deben soportar los fuertes vientos a gran altitud, además de tolerar terremotos.
VIVIENDO EN LA CIUDAD
Las ciudades están compitiendo para recuperar su vitalidad, y para esto los espacios de uso mixto están ganando el podio, sin embargo, es necesaria la planificación y la legislación con un objetivo primordial que es la separación de las actividades de la ciudad en espacios más regulares y controlables, pero a su vez, sin perder la espontaneidad y la creatividad que transforman a las ciudades en lugares más interesantes.
Un desarrollo de uso mixto es un proyecto inmobiliario con la integración planificada de una combinación de tiendas, oficinas, residencial, hotel, recreación u otras funciones. Está orientado a los peatones y contiene elementos de un entorno para vivir, trabajar y divertirse. Se maximiza el uso del espacio, cuenta con instalaciones, una expresión arquitectónica, tiende a reducir el tráfico y la expansión.
NUEVAS OFICINAS
La idea infundada de que las oficinas se van a migrar a las casas es imposible. Estas seguirán siendo el centro de operación de las empresas o negocios. Los seres humanos somos sociales por naturaleza y hoy más que nunca se va a reforzar la idea de “casa-trabajo” donde la interacción y convivencia serán esenciales, sin afectarse mutuamente. Las oficinas como reto tienen que adaptarse a los nuevos tiempos, realizar las adecuaciones necesarias y espacios que garanticen la sana convivencia en el espacio de trabajo, lo que al final se traducirá en una menor densidad de los espacios actuales, así como una mejor distribución de las áreas comunes. Del mismo modo, tienen una gran oportunidad de aparecer cerca de los grandes núcleos poblacionales y evitar tantos traslados innecesarios en favor de la productividad.
De acuerdo con la más reciente encuesta “Origen-Destino en hogares de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México” se realizan 34.5 millones de viajes en un día entre semana, de los cuales 68% se realizan en algún tipo de vehículo y el 32% caminando.
Ahora el término Smart, invita a invertir en los temas tecnológico, de la información, de una mejor y mayor movilidad y las ciudades tienen que dar el siguiente paso de operar con información, con un mayor número de datos.
“Sin lugar a duda, uno de los ejes estructuradores de la ciudad es el sistema de movilidad y su integración. Sin embargo, si este no está respondiendo a las características de la población considerando factores como el origen – destino, que atiendan a las áreas densas de vivienda, labores y estudios o que resulten accesibles, está fallando como servicio. Por lo tanto, en la medida en que se cuente con mayor cantidad y calidad de información sobre la población y sus necesidades, se podrán generar planes inclusivos, de transferencia y cohesión de modos de movilidad que aporten a una mejor planificación y toma de decisiones”, señaló por su parte Diego León, analista de mercados de Newmark.
Agregó que el desafío para las autoridades de las ciudades es equilibrar su enfoque para lograr una urbe organizada, sin perder la autenticidad y creatividad que las nuevas generaciones parecen exigir en sus entornos de trabajo y vida diaria.
“La pandemia nos enseñó la rapidez con la que un virus puede afectar a la sociedad y la economía mundiales. Son muchas las lecciones que hemos aprendido, pero para los mercados inmobiliarios se vuelve fundamental y es todo un reto adaptar los inmuebles ya construidos a los nuevos tiempos. De igual forma, los desarrollos futuros tendrán que considerar, dentro de los costos de construcción, elementos que garanticen la salud de los ocupantes y contar con más datos de las necesidades de la población para crear un mayor número de ciudades inteligentes”, señalaron finalmente los especialistas de investigación de mercados de Newmark Knight Frank.