Redacción
La industria automotriz pidió al Senado de la República echar abajo el artículo transitorio que avaló la Cámara de Diputados para otorgar facultar al Congreso de la Unión de legalizar los llamados “autos chocolate”, pues de lo contrario se daría un golpe certero al Estado de Derecho y a la economía mexicana en su conjunto.
En este sentido, diversas organizaciones del sector, como la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), no escatimaron en sostener que la aprobación que impulsó la fracción parlamentaria de MORENA y sus aliados de “legalizar” los autos chocolate, ya que fue un albazo populista y generará un incentivo perverso que afectará no solo al sector sino a la economía del país.
“No podemos nosotros avalar la ilegalidad como pretenden los diputados a través de cambios legislativos en casa, imagínense el precedente, vamos a hacer cambios legislativos para que lo que es ilegal, se vuelva legal, es como hacer retroactiva una legislación para que lo que fue ilegal, lo hagamos legal, es un procedente que viola la constitución, genera además un incentivo perverso el que están otorgando para atraer más vehículos usados ilegales”, afirmó Eduardo Solís, presidente de la AMIA.
En esa misma tónica, Guillermo Prieto Treviño, presidente de la Asociación Mexicana de la Distribuidores de Autos (AMDA), advirtió que la disposición, de aprobarse por el Senado, detonará un incentivo perverso a través de una “bendición legislativa”, por lo que coincidió en que no se puede avalar la ilegalidad con acciones populistas.
Y lo que sucede, es que, de manera sorpresiva, la Cámara de Diputados aprobó un artículo transitorio para La ley de Ingresos del año 2020, la cual que dará facultades al Congreso de la Unión para regularizar autos que ingresaron de manera ilegal al país.
Por ello, en conferencia de prensa, los dirigentes de la industria automotriz advirtieron que pese a todas las reuniones con representantes del gobierno, como los propios secretarios de Hacienda y Economía, así como el Jefe de la Oficina de la Presidencia para explicarles los riesgos de la introducción de vehículos al país y su legalización y el compromiso de las autoridades de que ello no ocurriría, de última hora fueron sorprendidos con la medida, lo que afectará al sector automotriz y, por lo tanto, a la economía mexicana en su conjunto.