Las mascotas son una fuente de alegría y compañía para muchas personas, pero también implican la responsabilidad y el compromiso de cuidar un ser vivo. Algunos de los principales gastos a considerar son: alimento, accesorios, estética, entrenamiento y visitas al veterinario, entre otros.
A pesar del desembolso económico que representa una mascota, no tiene que ser una carga para tus finanzas personales. Si elaboras un plan financiero, la experiencia será mucho más linda y gratificante.
Te dejamos siete recomendaciones que te ayudarán a cuidar tu mascota y no descuidar tu dinero:
- ¿Estás en la disyuntiva de comprar o adoptar una mascota? Prioriza la adopción. De esta manera no sólo evitas un gasto inicial, le darás un hogar a un “michi” o “lomito” que lo necesita. Muchos refugios y asociaciones en pro del cuidado de los animales te podrán orientar en el encuentro con tu mascota ideal. Además, ofrecen servicios de vacunación, esterilización y desparasitación a precios accesibles.
- La alimentación es uno de los gastos más importantes a considerar. Una forma de ahorrar es comprar al mayoreo. Probablemente recientas el gasto las primeras veces, pero si haces cuentas es mucho menor el gasto a mediano o largo plazo. Compara la calidad, el precio y monitorea ofertas en super mercados y/o clubes de precios. Considera también los recipientes necesarios para este propósito.
- Entrenar a tu mascota puede parecer innecesario, sin embargo, una mascota entrenada te ahorrará muchos gastos inesperados como destrozos en tu hogar, peleas con otras mascotas, escapes de casa, ataques a personas o algún otro accidente. Si pagar un entrenamiento especializado sale de tu presupuesto puedes hacer uso de los recursos disponibles en internet como videos, blogs, artículos o tutoriales. Adicional a esto, programa paseos, caminatas y visitas al parque; este tipo de actividades ayudarán a mantenerlo feliz y abonarán al cuidado de su salud.
- Asear a tu mascota no solo cuidará de su higiene, es una actividad que fomentará el vínculo afectivo entre ambos. Utiliza productos especialmente diseñados para ellos y que no sean agresivos con su piel. Mantener a tu mascota en buen estado físico evitará visitas adicionales al médico veterinario.
- Si quieres minimizar al máximo los riesgos que implica una mascota contrata un seguro. Este tipo de instrumentos te amparan con vacunas, daños que puedan ocasionar y algunos de ellos incluyen servicio de estética.
- Evita gastos innecesarios. Seguramente tu “lomito” o “michi” se ve adorable con su disfraz de duende navideño, de vampiro o de cupido. Sin embargo, antes de realizar este tipo de gastos reflexiona si realmente son necesarios o representan un desembolso económico innecesario. Prioriza la compra de artículos que son de primera necesidad para ellos.
- Como cualquier otro aspecto de las finanzas personales, el cuidado de tu mascota requiere de una planeación, por ello el presupuesto resulta fundamental. En este ejercicio asigna una cantidad mensual y procura respetarla a lo largo de los meses. Probablemente tardes un tiempo en encontrar el monto ideal, sin embargo, tus finanzas agradecerán este ejercicio. Revisa periódicamente este presupuesto y realiza ajustes en caso de ser necesario.
Dice un popular dicho que “el que mucho abarca poco aprieta” y eso aplica perfectamente cuando nos hacemos responsables de una o más mascotas. Es muy importante tener plena seguridad que tendremos los recursos necesarios para brindarle una óptima calidad de vida. Tener una mascota no tiene que ser un problema para nuestras finanzas, sobre todo si esta decisión fue previamente planeada y reflexionada. Recuerda que las mascotas se vuelven integrantes de la familia y merecen amor, atención y respeto.
Fuente: Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex