Redacción
Como alternativa para enfrentar la crisis económica que ha provocado la pandemia sanitaria, los consumidores mexicanos han optado en recortar hasta en un 50 por ciento el gasto de sus insumos básicos, así como ajustar la calidad de sus productos, reveló la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Al dar a conocer los resultados de su 13ª. Encuesta “Por una Reactivación Económica” realizada del 12 al 23 de octubre en el Estado de México-CDMX (482), Jalisco-Colima (370) y Tabasco (290), a través de mil 42 encuestas vía telefónica, el organismo aseguró que la caída del poder adquisitivo de la gente es el principal factor que explica la baja del consumo privado en México en un mínimo de 30% en el 2020 respecto al 2019.
“Desde que comenzó la Nueva Normalidad en agosto, el 95.74 por ciento de los comerciantes dice no presentar ganancias con respecto a marzo (cuando comenzó la pandemia en México), siete por ciento dice estar al punto de cierre; el sector se ha mantenido a flote durante siete meses a duras penas; de igual forma, 75.35 por ciento dice tener ventas a las baja entre un promedio del 30-50 por ciento”, comenta Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.
Asimismo, dijo que los productos de consumo obligado que se han encarecido son: huevo, arroz, refresco, jitomate, aguacate, cebolla y limón. Por otro lado, los productos esenciales que vieron alicaídas sus ventas, pasando a ser de “segunda necesidad”, son los de aseo personal e higiene, confitería, embutidos, lácteos y abarrotes.
“Destaca y preocupa que el 96.83 por ciento de los pequeños comerciantes sostuvo que un 50 por ciento de sus clientes han disminuido su consumo y la calidad de los productos que compran. 88.17 por ciento respondió que su clientela consume a diario, por lo que 89.80 por ciento mostró preocupación al observar que a sus clientes no les alcanza para la canasta básica”, agregó Rivera.
Con relación a las nuevas regulaciones, el 68.09 por ciento del pequeño comercio en México no está de acuerdo con la prohibición comercial de Oaxaca y Tabasco que se buscó extender al resto del país y el 83.40 por ciento expresaron que con la prohibición comercial de productos de alta demanda a los jóvenes menores de 18 años no se resolverán los problemas de sobrepeso y obesidad; en cambio, 91.65 por ciento respondió que lo que sí provocará será una mayor informalidad y más pobreza.