Por Alejandro Durán

Evidencia de los primeros estragos económico que ha dejado la emergencia sanitaria, el personal que labora en la industria manufacturera bajó 2.4 por ciento a tasa anual durante marzo de este año, lo que representó el mayor descenso en 122 meses.

De esta manera, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ajustes negativos que reportaron en su nómina 16 de 21 subsectores provocaron que la industria manufacturera en su conjunto tuviera la mayor caída en su plantilla laboral desde el tropiezo de 2.6 por ciento reportado en enero de 2010, en el marco de la crisis financiera mundial de aquél entonces.

A través de un reporte, el instituto precisó que al interior de la caída de 2.4 por ciento que reportó el personal ocupado en la manufactura, se observó un retroceso de 2.8 por ciento en la nómina de obreros y una disminución de 0.6 por cuento en el rubro de empleados.

De manera particular, destacaron los recortes de empleo en el subsector de fabricación de prendas de vestir (-8.2 por ciento); así como el sector de curtido y acabado de cuero y piel (-7.4 por ciento); asó como la industria de la madera (-5.1 por ciento).

En su comparativo mensual, resultó que el personal ocupado total del sector manufacturero registró una caída de 0.3 por ciento frente al mes inmediato anterior, con datos ajustados por estacionalidad.

En línea con lo anterior, la semana pasada, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reportó que tan sólo durante abril de este año se perdieron 555 mil empleos, derivado principalmente por la suspensión de labores a causa de la emergencia sanitaria por el COVID-19.

 

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