Redacción

En el pasado mes de noviembre, México recibió 4,908 millones de dólares por concepto de remesas familiares, lo que equivale a un aumento de 1.9 por ciento en comparación al mismo mes de 2022. Con este dato, las remesas acumulan una racha de 43 meses consecutivos con crecimiento, iniciada desde mayo de 2020; aunque es el menor incremento reportado durante este largo periodo de auge. 

De acuerdo con el Banco de México, se registraron 12.7 millones de operaciones para el envío de estos recursos en el mes de noviembre, 3.9 por ciento más que en noviembre de 2022. La remesa promedio fue de 386 dólares, cifra inferior en dos por ciento que un año atrás (394 dólares).

Dependencia hacia las remesas llegan a un máximo de 4.0% del PIB en 2022 y disminuyen a 3.5% para 2023, impulsado por la apreciación del peso.

Las remesas son una fuente muy importante de ingresos para México. Se estima que en el país hay más de 1.9 millones de hogares que recibieron estos recursos. Una forma de cuantificar la importancia de este flujo monetario en la economía es mediante su cociente respecto del Producto Interno Bruto (PIB).

Entre 2000 y 2006 se presentó un aumento progresivo de la dependencia hacia este recurso desde representar 0.9 a 2.5 por ciento del PIB. Este incremento se vio interrumpido en la víspera de la pasada crisis financiera en Estados Unidos, lo que marcó una tendencia a una menor dependencia a las remesas hasta llegar a 1.7 por ciento del PIB para 2013. Desde entonces, año con año, ha ido creciendo la dependencia de México hacia las remesas, las cuales exacerbaron su importancia a partir de 2020, derivada de la crisis por COVID-19. Para 2022, el indicador de dependencia de las remesas en México llegó a un máximo histórico de 4.0 por ciento del PIB.

Se estima que el flujo de remesas a México va a crecer 8.4 por ciento para el cierre de 2023 logrando un nuevo récord, alcanzando los 63 mil 400 millones de dólares. Pese a este incremento, la apreciación del peso mexicano (MXN) frente al dólar estadounidense (USD) ha reducido de forma relativa la dependencia a estos recursos. Entre 2022 y 2023 el peso mexicano se ha apreciado en promedio 11.8 por ciento frente al dólar, lo que ha reducido las remesas en pesos que reciben los hogares mexicanos. Así, para 2023 se estima que las remesas representarán 3.5 por ciento del PIB.

En 2024 las remesas a México podrían aumentar 6.6%, mientras que la dependencia a estos recursos alcanzaría 3.7 por ciento del PIB nacional

En el escenario base, BBVA Research pronostica que la economía mexicana podría crecer 2.9 por ciento en 2024, con un nivel de inflación de 3.4 por ciento y un tipo de cambio que ronde al cierre de este año de 18.50 pesos por dólar (Situación México, 2023-dic). En cuanto al flujo de las remesas al país, se estima que podrían incrementarse en 6.6 por ciento en 2024 para alcanzar un monto cercano a 67 mil 600 millones de dólares; es decir, las remesas crecerían más del doble que la economía mexicana. Así, la dependencia de las remesas en México, medida a través del monto de estos recursos dividido entre el PIB, llegaría a 3.7 por ciento para el cierre de 2024.