Redacción

La zona del Valle de México se ha caracterizado históricamente por la sensación y las repercusiones de la actividad sísmica con origen en las costas del Océano Pacífico, principalmente. No obstante, en las semanas más recientes ha habido movimientos con epicentro en el subsuelo de la misma capital. Al respecto, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamó a guardar la calma.

Entre el 10 y el 11 de mayo de 2023 se registraron hasta 15 sismos con magnitudes que variaron entre 1 y 3, mismos que pudieron ser perceptibles en algunas regiones de la capital. El de mayor magnitud fue detectado al noreste de la alcaldía Magdalena Contreras. No obstante, los especialistas negaron que dicha actividad pueda alcanzar magnitudes que pongan en peligro a la población.

En un comunicado, personal del SSN de la UNAM, atribuyó los movimientos telúricos a la actividad habitual del subsuelo en la Zona Metropolitana del Valle de México. Cabe mencionar que, al igual que en el resto del territorio, en la capital y la zona metropolitana también existen fallas geológicas activas, cuya actividad es natural y no se relaciona con las actividades humanas.

“La comunidad científica no tiene registro de que en esta zona del altiplano se haya originado un sismo con magnitud similar a los de la costa del Pacífico. Es decir, en la capital del país es muy poco probables que se genere un sismo de gran magnitud, los registros históricos así lo demuestran”, se lee en el documento.

De igual forma, la actividad sísmica registrada en los últimos días en la Ciudad de México no tiene ningún tipo de relación con la actividad del volcán Popocatépetl, así como con el movimiento sísmico en otras regiones del país, pues “se trata de fenómenos geológicos independientes”.

La actividad sísmica en la zona del Valle de México ha sido frecuente a lo largo de la historia. No obstante, el SSN ha podido constatarlo desde el año 1974, cuando se puso en operación un sistema de instrumentos encaminado a registrar los movimientos del subsuelo. Gracias a ello, es posible registrar sismos con magnitudes muy bajas.

Otra de las conclusiones a las que llegaron los especialistas es que la presencia de sismos locales con epicentro en la Ciudad de México no representa la inminencia de otro de mayor magnitud. Además, no se han reportado daños en la infraestructura de la capital derivados de los sismos más recientes.

¿Por qué no suena la alerta sísmica con la actividad en CDMX?
En la capital y algunos municipios ubicados en la periferia existe la presencia del sistema de alerta sísmica, el cual consiste en alertar a la población algunos segundos antes del movimiento en la superficie para poder evacuar y ubicar puntos de seguridad en las casas y edificios de la capital. Sin embargo, eso no ocurrió durante la presencia de los sismos del 10 y 11 de mayo.

El sistema de alerta sísmica en la zona Metropolitana del Valle de México está diseñado para alertar sobre sismos detectados por los sensores ubicados en regiones lejanas, principalmente en la región de la costa del Pacífico y cuya magnitud represente un riesgo potencial para los habitantes.

Las bocinas presentes en la capital no se activaron debido a la región donde se originó el sismo, además de que no representó un riesgo inminente debido a la magnitud del movimiento telúrico.

En ese sentido, es necesario mantener atención constante a las fuentes de información oficiales y evitar la circulación de noticias falsas o sin sustento especializado acerca de la posible presencia de un sismo de gran magnitud con epicentro en el Valle de México.

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