Redacción

Fue en 1984 cuando la obra musical Vaselina se presentó en los Televiteatros del entonces Distrito Federal, se trataba de una versión infantil del ya clásico del cine protagonizada por los integrantes de Timbiriche, quienes este 2023 se han vuelto a subir al escenario para contar la historia de “Danny”, “Sandy” y toda la pandilla de la Secundaria Nacional.

Alix Bauer, Mariana Garza, Diego Schoening, Benny Ibarra y Erik Rubín se han vuelto a engominar el peinado para ofrecer una versión actual de la obra que montaron hace casi 40 años, cuando de la mano de la productora Julissa de Llano consiguieron un gran éxito que hizo época entre la generación.

Bajo la producción de Alejandro Gou y del propio Rubín, Vaselina con Timbiriche se presentará a partir de este jueves 13 de julio en el Centro Cultural Teatro 1, en Ciudad de México, en una temporada acotada con la que buscan complacer a sus fans y evocar la nostalgia de los años dorados del rocanrrol.

En el marco del estreno de la obra, sus protagonistas recordaron su adolescencia, cuando protagonizaron el musical basado en el libreto y la música originales de Jim Jacobs y Warren Casey al mismo tiempo que comenzaban a vivir sus primeros romances y noches de fiesta.

Tenían entre 12 y 13 años, por lo que las travesuras infantiles aún eran parte de su día a día. Como las que hacían en el teatro, donde se escondían las toallas tras bañarse. “Nos bañábamos después de cada función y a veces ya no había toallas, nos las escondíamos y era el paso de la muerte”, recordó Erik Rubín en entrevista para la revista Quién. “Salíamos en pelotas del baño al camerino, enfrente de las mamás”, añadió Diego Shoening.

Además de las travesuras, las peleas eran cosa de todos los días entre bambalinas con Timbiriche, así lo recordó Erik Rubín, que en alguna ocasión llegó a los golpes con José Antonio ‘Tato’ Noriega, quien era parte del ensamble de Vaselina.

“Ya me tenía hasta el gorro y me lo desconté, pero él también me descontó. En el segundo acto salimos los dos con el ojo morado. Nos hacíamos mucho bullying, incluso me tocó al ser uno de los nuevos y la única manera de parar con eso fue a golpes”, recordó el aún esposo de Andrea Legarreta, quien también forma actualmente parte de la obra en el papel de “Frenchy”.

“Me dejaron encuerado en un pasillo de Los Ángeles. El reto era ver quién iba a la máquina de refrescos desnudo. Otras veces tomábamos una sábana y nos la amarrábamos de capa, la llenábamos de loción y le prendíamos fuego, después había que correr”, recordó el cantante de Ámame hasta con los dientes.

Además de la conviviencia en las tablas teatrales, los entonces adolescentes compartieron sus primeros noches de fiesta y admitieron, como ya lo habían platicado antes, que algunas veces cometieron excesos a su corta edad, tal y como sucedió en el emblemático puerto de Acapulco de los años 80.

“Si hubiera placa de representaciones, Erik y yo tendríamos como mil 100, nos poníamos unas (borracheras) hasta el vómito y la inconsciencia”, platicó Diego respecto a la infinidad de sus “noches locas” en la discoteca Baby’O.

“Nos la amanecíamos porque las mejores fiestas de Acapulco eran ahí, además, tuvimos la fortuna de que, siendo muy jóvenes, nos dejaban entrar, lo cual era muy divertido, nos hicimos amigos del dueño”, recalcó Erik Rubín.

Por su parte, para Mariana Garza tener la oportunidad de presentar a su edad Vaselina es una manera de congraciarse con el público de su generación y demostrar que aún pueden desempeñarse con dignidad sobre el escenario.

“Cuando hicimos Vaselina no existía un referente de la obra hecha por niños. Ahora, nuevamente estamos regresando a una edad que no tienen los personajes, pero apelando a que somos actores. Nos hemos convertido en una referencia al abordar los 50 años y es una manera de decirle a la gente que estamos en el mejor momento de nuestra vida”, aseguró la intérprete.

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