Redacción

Más de la mitad de los trabajadores del turno de la noche tienen al menos un trastorno del sueño, ya que el trabajo nocturno causa estragos en los ritmos corporales, muestra un estudio reciente.

Alrededor de un 51 por ciento de las personas con trabajos nocturnos obtienen resultados positivos en por lo menos un trastorno del sueño, señaló la autora principal del estudio, la Dra. Marike Lancel, profesora de ciencias conductuales y sociales del Instituto de Salud Mental de GGZ Drenthe, en los Países Bajos.

“Demostramos que, en comparación con trabajar turnos regulares durante las horas diurnas, trabajar en otros tipos de turnos se asocia con una mayor incidencia de trastornos del sueño, sobre todo en el trabajo en turnos nocturnos rotativos y regulares”, dijo Lancel.

Casi el 15% de los trabajadores estadounidenses tienen un horario de turnos no diurnos, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU.

Hay muchas evidencias de que el trabajo por turnos reduce la calidad del sueño, pero se sabe poco sobre cómo los diferentes turnos influyen en trastornos específicos del sueño, dijo Lancel.

Para este estudio, los investigadores reclutaron a más de 37,000 personas y les hicieron preguntas sobre sus patrones de trabajo por turnos y hábitos de sueño.

El equipo de investigación evaluó a los participantes en seis categorías comunes de trastornos del sueño: insomnio, sueño excesivo (hipersomnia), sonambulismo (parasomnia), trastornos respiratorios relacionados con el sueño, trastornos del movimiento relacionados con el sueño y trastornos del sueño y la vigilia relacionados con el ritmo circadiano.

En todas las personas encuestadas, alrededor de un tercio tenía al menos un trastorno del sueño, y casi un 13 por ciento tenía dos o más.

Trabajar en turnos nocturnos regulares parece ser la afección más debilitante para dormir, mostraron los resultados.

La mitad de los trabajadores del turno de noche informaron dormir menos de seis horas al día, el 51% informaron tener un trastorno del sueño y el 26% informaron dos o más trastornos del sueño.

El nuevo estudio aparece en la edición del 7 de diciembre de la revista Frontiers in Psychiatry.

Los hombres tienden a dormir menos horas que las mujeres, pero los trastornos del sueño son más comunes en las mujeres, según muestran los resultados.

La edad también influye en el sueño de una persona. Las personas mayores tienden a dormir menos horas, pero la mayoría de los trastornos del sueño ocurren en personas de 30 años o menos.

Los efectos del trabajo por turnos sobre el sueño son más pronunciados en los adultos jóvenes con un nivel educativo más bajo, dijo Lancel. Ese grupo dormía menos horas y era más propenso a tener un trastorno del sueño.

Para el trabajador promedio del turno de noche, su patrón laboral fuera de ritmo aumentará las probabilidades de que tenga dificultades para dormir de forma regular y saludable, concluyó Lancel.

“Debido a que los que trabajan en el turno de noche permanecerán desincronizados con el ambiente centrado en el trabajo diurno en el que viven, es poco probable que se eviten por completo todas las consecuencias negativas del trabajo nocturno”, planteó Lancel en un comunicado de prensa de la revista.