Redacción 

Con base a más de 20 estudios internacionales, Roberto Sussman, director general de la organización Provapeo, aseguró que el vapeo no es un factor de transmisión ni de riesgo para contraer COVID-19, ya que las personas que practican esa actividad representan un bajo porcentaje de quienes son ingresados a hospitales por el coronavirus.

En conferencia de prensa en línea, el también doctor en Física e investigador titular del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que sólo el cinco por ciento de las pacientes hospitalizados y diagnosticados con COVID-19 se declaran consumidores de nicotina, ya sea a través de cigarros electrónicos o convencionales.

El especialista agregó que la porción del cinco por ciento es menor al segmento de población de fumadores en México, la cual representa alrededor del 17.6 por cuento de la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco.

El director general de PROVAPEO explicó que en el caso del COVID-19, hay tres niveles de casos y los cuales sirvieron de base para el desarrollo de los estudios: El primero contempla personas asintomáticas o con síntomas leves de la enfermedad que, incluso, no han sido registradas. En este segmento, el especialista advirtió que existe un amplio vacío de información por la falta, precisamente, de personas diagnosticadas, lo que limita identificar factores de riesgo.

En el segundo, agregó, se encuentran las personas que presentan síntomas graves y que, por lo mismo, han sido hospitalizadas y lo cual ha permitido identificarlas plenamente, arrojando los datos que sirvieron para el desarrollo del estudio respecto a la relación nicotina-pacientes con COVID-19.

Y, por último, dijo que está el tercer grupo de personas hospitalizadas en terapia intensiva, quienes presentan una condición grave de salud o incluso han fallecido.

En ese sentido, comentó que, en el caso del segundo segmento, se identificó que la nicotina inhibe la sobrerreacción del sistema inmunológico por el COVID-19 y la cual, enfatizó, es la principal causa de muerte de los pacientes.

“La nicotina no destruye al virus; la nicotina inhibe la interacción entre el virus y las células; la nicotina también inhibe la sobre reacción que el sistema inmunológico, todos tenemos defensas nuestro cuerpo genera todo una serie de mecanismos de los cuales nos defendemos de estímulos externos pero este virus produce en personas que tienen morbilidad, como obesidad, diabetes hipertensión y una serie de factores y este virus produce una reacción exagerada del sistema inmunológico y la cual produce una reacción crónica que es lo que mata a la gran mayoría de la gente”, expuso.

“Y la nicotina -agregó-, puede inhibir esa sobre reacción, entonces repito la nicotina no mata ni destruye al virus, inhibe la acción del virus e inhibe también la respuesta del sistema inmunológico es decir la sobre inflamación eso es lo que hace la nicotina”.

De esta manera, enfatizó que la prueba de que esta teoría es que muy pocos fumadores llegan a un nivel de hospitalización.

“Veamos el caso de Francia y lo mismo en Estados Unidos, en donde el 14 por ciento de la población fuma sin embargo solamente el uno por ciento de los pacientes en un estudio de seis mil personas, solamente el uno por ciento eran fumadores ¿Cómo explicamos eso? ¿Por qué no hay tantos fumadores entre las personas que llegan a nivel de hospitalización? ¿Por qué se distingue a esos fumadores?”, comentó.

El especialista dejó en claro que esta realidad no significa una promoción al tabaquismo o al consumo de nicotina, pues la única intención es abonar a la generación de información real y fidedigna, con el objetivo de enfrentar con elementos científicos la pandemia del COVID-19.

Durante la conferencia, el especialista también se refirió a la prohibición que aplicó el gobierno mexicano a la importación de cigarros electrónicos el pasado 19 de febrero, condición que provoca, dijo, que millones de fumadores mexicanos y sus familias se encuentren en mayor riesgo durante el confinamiento por el COVID-19.

“Con la prohibición del vapeo y el acceso no legal a alternativas más seguras, 14 millones de mexicanos no tienen más opción que seguir fumando en los espacios confinados con sus familias durante la contingencia del COVID-19”, comentó.

“Se ha comprobado que vapear es 95 por ciento menos riesgoso que fumar; México debe trabajar urgentemente para instituir un marco legal y derogar la prohibición del vapeo, para asegurar que los mexicanos tengan acceso a esta alternativa más segura”, afirmó el especialista, quien mañana 30 de mayo, en el marco del Día Internacional del Vapeo, participará en el Primer “Vape-Fest Online Iberoamericano”, en donde representantes de América Latina y España expondrán las ventajas de los vaporizadores.

 

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