El primer ministro canadiense Justin Trudeau, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel, el presidente estadounidense Joe Biden, el primer ministro japonés Yoshihide Suga, el primer ministro británico Boris Johnson, el primer ministro italiano Mario Draghi, el presidente francés Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y la canciller alemana Angela Merkel posa para una foto grupal en la cumbre del G7, en Carbis Bay, Gran Bretaña, el 11 de junio de 2021. Patrick Semansky / Pool vía REUTERS

Las democracias más ricas del Grupo de los Siete buscaron este sábado contrarrestar la creciente influencia de China ofreciendo a las naciones en desarrollo un plan de infraestructura que podría rivalizar con la iniciativa multimillonaria de la Franja y la Ruta del presidente Xi Jinping.

La agencia Reuters informó que el G7, cuyos líderes se reúnen en el suroeste de Inglaterra, ha estado buscando una respuesta coherente a la creciente asertividad de Xi después del creciente ascenso económico y militar de China durante los últimos 40 años.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes del G7 esperan que su plan, conocido como la iniciativa Build Back Better World (B3W), proporcione una asociación de infraestructura transparente para ayudar a reducir los 40 billones de dólares que necesitan las naciones en desarrollo para 2035, dijo la Casa Blanca.

“No se trata solo de confrontar o enfrentar a China”, dijo un alto funcionario de la administración de Biden. “Pero hasta ahora no hemos ofrecido una alternativa positiva que refleje nuestros valores, nuestros estándares y nuestra forma de hacer negocios”.

Estados Unidos dijo más tarde que había un consenso del G7 sobre la necesidad de un enfoque compartido de China sobre comercio y derechos humanos.

El G7 y sus aliados utilizarán la iniciativa B3W para movilizar capital del sector privado en áreas como el clima, la salud y la seguridad sanitaria, la tecnología digital y la equidad e igualdad de género, agregó la Casa Blanca.

No estaba claro de inmediato cómo funcionaría exactamente el plan o cuánto capital asignaría en última instancia.

El esquema de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (BRI), que Xi lanzó en 2013, involucra iniciativas de desarrollo e inversión que se extenderían desde Asia hasta Europa y más allá.

Más de 100 países han firmado acuerdos con China para cooperar en proyectos BRI como ferrocarriles, puertos, carreteras y otras infraestructuras.

Los críticos dicen que el plan de Xi de crear una versión moderna de la antigua ruta comercial de la Ruta de la Seda para unir China con Asia, Europa y más allá es un vehículo para la expansión de la China comunista. Beijing dice que tales dudas delatan la “resaca imperial” de muchas potencias occidentales que humillaron a China durante siglos.

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