En línea con la débil dinámica que reportó la economía, el uso de la capacidad instaladas de las empresas cerró el 2023 más bajo que en 2022.

De acuerdo con del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el porcentaje de capacidad de la planta utilizada se colocó en 75.4 por ciento en diciembre pasado, mientras que en igual mes de 2022 alcanzó el 79 por ciento, es decir, 3.6 puntos porcentuales de diferencia.

Las actividades productivas que reportaron los mayores porcentajes de uso de su capacidad de producción fueron la Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos (92.3 por ciento); ensamble de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica (92.8); así como producción de maquinaria y equipo (86.5 por ciento).

En contraparte, los que reportaron los niveles más bajos fueron la industria del curtido y fabricación de producción de cuero y materiales sucedáneos (56.5 por ciento); el sector de la madera (58.4); y la industria química (61.4 por ciento).

¿Y el empleo en la manufactura?

Y en esa misma tónica, el empleo en la industria manufacturera terminó el 2023 con la peor racha en cuatro años, con datos ajustados por estacionalidad del instituto.

En diciembre pasado, el personal ocupado en el sector manufacturero bajó -0.1 por ciento respecto a noviembre, con lo que ligó cuatro caídas mensuales, lo que significó el peor período desde finales de 2019, cuando sumaron cinco tropiezos.

Por medio de un reporte, el INEGI precisó que la plantilla de obreros y técnicos en producción cayó -0.5 por ciento a tasa mensual, mientras que la de empleados administrativos, contables y de dirección retrocedió -0.1 por ciento.

Según datos originales (sin estacionalizar y a tasa anual), el personal ocupado en la industria manufacturera cayó -1.6 por ciento a tasa anual, en donde los obreros y técnicos en producción -1.3 por ciento, mientras que la de empleados administrativos, contribuciones y utilidades subieron 1.2 por ciento.