El 15 de julio un grupo de 30 personajes -históricamente vinculados al viejo régimen a través de nóminas y prebendas-, reaparecieron ante la opinión pública con un desplegado denominado Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia. Un documento que para ser escrito por plumas que se autodenominan “intelectuales” deja mucho que desear y se observa más como un panfleto saturado de inconsistencias y falsedades que un planteamiento serio.

Dicen: “Morena y sus aliados lograron que una minoría de votos se convirtiera en una mayoría de escaños en el congreso”. Falso. Morena es mayoría simple en la Cámara de Diputados porque así lo mandató el pueblo en las urnas mediante un proceso legal y legítimo, con el triunfo en 219 de los 300 los distritos electorales federales del país como coalición Juntos Haremos Historia.

Morena tiene en total 252 diputados, producto de obtener 162 diputados de mayoría relativa que ganaron en el mismo número de distritos, a los que se sumaron los diputados de representación proporcional, para hacer mayoría simple en la Cámara de Diputados en los términos que marca la legalidad. Aunado a que el PT tiene 41 diputados y el PES otros 26, para un total de 319 legisladores como suma de las fracciones parlamentarias de los partidos que apoyaron la candidatura de AMLO.

Con la misma ligereza que llamaron “dictador” a nuestro presidente tras obtener más de treinta millones de votos (30 113 483, el 53.19% del total) y un triunfo inobjetable, ahora mienten al fantasear que una minoría se hizo mayoría. Morena y la coalición que representó en 2018 al proyecto obradorista ganaron en el 73% de los distritos del país. En realidad los partidos del viejo régimen, PRI, PAN y PRD subsistieron gracias al sistema de representación proporcional.

¿A qué se refieren cuando señalan que Morena violó la Constitución para tener la mayoría en el Congreso? Es parte del guion absurdo y delirante basado en calumnias para intentar minar y debilitar el camino de la 4ª T.

Después afirman: La consecuencia ha sido la asfixia del pluralismo”.  Falso también. ¿Cuál es el pluralismo que dicen que se asfixia? ¿El que formaron PRI, PAN y PRD en el “Pacto por México” del sexenio anterior para planchar y aprobar de espalda al pueblo todas las reformas estructurales de EPN? Entre ellas la mal llamada reforma educativa, la financiera y la reforma energética que entregó el petróleo, y otras más.  ¿Ahí no hubo motivos para abogar por el pluralismo y hacer escuchar las voces discordantes?

Habría que preguntar a los 30 firmantes si la pluralidad para ellos significa el regreso de los ex gobernadores priistas que se encuentran detenidos o prófugos de la justicia, César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge, y varios más, o de operadores de Fox, Calderón y EPN como Emilio Lozoya, Genaro García Luna, Rosario Robles, Elba Esther Gordillo, pareciese que pluralidad es un viaje al pasado de corrupción e influyentismo donde las mafias culturales abrevaban de mafias políticas.

Todos los días desde el pluralismo y las libertades democráticas voceros de los grupos de interés del viejo régimen (enquistados en algunos medios) pueden cuestionar, preguntar y replicar al Presidente de frente y directamente en las conferencias mañaneras. Muy diferente a los tiempos en que estos personajes “intelectuales” se abrogaban la representación de la sociedad y asistían a lobbys y reuniones privadas con el poder.

En otra parte del desafortunado texto afirman: “El Presidente de la República ha ido concentrando en sus manos el poder del gobierno en detrimento de los demás poderes del Estado y de los estados de la federación. Al hacerlo ha destruido o deteriorado la administración pública y las instituciones constitucionales”.

Otra falsedad, la SCJN ha sido más independiente que nunca, como corresponde en un régimen democrático, admitiendo incluso en su seno diversas controversias constitucionales contra iniciativas del Presidente, como el caso de la Ley Federal de Remuneraciones para bajar sueldos a la alta burocracia.

En dado caso, no está claro si los abajo firmantes están defendiendo la impunidad, la corrupción y las deficiencias de un poder judicial cada vez más cuestionado por la sociedad por sus injusticias, errores y excesos.

Tendrían que decirnos cuáles son las “instituciones constitucionales” que ha destruido el Presidente, o se referirán a las reglas no escritas del viejo régimen, donde los amigos pseudo intelectuales del presidente en turno eran favorecidos por diversas prebendas a costa del erario.

Dicen que hay que recuperar el “contrapeso” que representaba el Congreso. ¿De qué “contrapeso” hablan? ¿En qué realidad han vivido? Que alguien les avise que durante 36 años, de 1982 al 2018, el Congreso aprobó todas las reformas neoliberales propuestas por los presidentes. Era vox populi que se les llamaba plancha, aplanadora, mayoriteo, levantadedos, etc.  Ahí no había objeciones de este sequito de beneficiarios de las viejas élites que ahora se hacen pasar por académicos.

¿Quiénes son estos impostores abajo firmantes?

¿Héctor Aguilar Camín?

De acuerdo con la información original publicada el 9 de febrero del 2001 por El Universal se leía: “Favoreció Salinas a Aguilar Camín”, el escritor cobró casi 3 millones y medio de pesos de la actualidad (3 mil 424 millones 450 mil 200 pesos de la era Salinas) para su revista Nexos y el Centro de Investigación Cultural y Científica que dirigía este personaje en aquel sexenio. “Presidente, nuestras finanzas andan mal”, solía decir Aguilar Camín a Salinas para beneficiarse habitualmente de la partida secreta del ramo 33.

¿Enrique Krauze?

Enrique Krauze era el contratista consentido de Enrique Peña Nieto. Desde que el priista llegó al poder, el director de Letras Libres fue beneficiado con 53 millones de pesos. La Editorial Clío Libros y Videos S.A. DE C.V, de la cual Krauze ha sido director y dueño, signó múltiples contratos, la mayoría mediante adjudicación directa, con dependencias del Gobierno Federal. Y no sólo áreas relacionadas con el ámbito cultural. De acuerdo a Polemón Clío puede presumir el haber entablado negocios con dependencias como la Procuraduría General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Educación Pública, el Instituto Mexicano del Seguro Social, la Secretaría de Desarrollo Social y hasta con la Comisión Nacional Forestal.

¿Jorge Castañeda?

 

¿El racista y clasista que se refirió despectivamente al pueblo de Putla en Oaxaca y ha sido declarado Non Grato por el Congreso de ese estado?

 

¿Agustin Basave?

Ex perredista, ex foxista, ex priista, experto en el trapecio político, que por cierto hablando de democracia nunca ha ganado directamente una elección, ni las canicas, pero junto con otros son muy hábiles para venderse como “intelectuales” funcionales a los poderes fácticos.

 

En otro párrafo el desplegado expresa:

“El Presidente y la coalición que lo apoya harán retroceder los avances democráticos que consumieron años de lucha a la sociedad mexicana para salir de un sistema autoritario y establecer la democracia”.

 Ante esta afirmación que es la cereza en el pastel del panfletario escrito, el Presidente AMLO ha respondido magistralmente en una carta titulada “Bendito coraje“, que dice:

“Quizá lo único que pueda reprocharse a tan famosos personajes es su falta de honestidad política e intelectual, manifestada en el mismo contenido de su proclama. Bastaría con preguntarles: ¿cómo contribuyeron a ´los avances democráticos… para salir de un sistema autoritario y establecer la democracia´ si casi todos ellos defendieron o guardaron silencio cómplice ante los fraudes electorales de la historia reciente del país?”

Por cierto cuando el fraude de 2006, varios de estos mismos personajes firmaron otro desplegado pidiendo al pueblo someterse: “tienen derecho a acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a hacer valer sus inconformidades”, al que “refrendaban su confianza”, y advertían a la gente: “No debemos alimentar una espiral de crispación y alarma”.

Cuando la sociedad clamaba el voto por voto y casilla por casilla, estos abajo firmantes decían “no encontramos evidencias que permitan sostener la existencia de un fraude maquinado”. Así de cortesanos, así de sumisos, así de colaboracionistas eran con el viejo régimen estas plumas que hoy se llaman paladines de la democracia.

En este caso los personajes que suscriben el desplegado suplantan a firmantes de verdaderas causas justas, o a verdaderos intelectuales que han dado su vida, obra y legado por construir un país mejor desde el pensamiento crítico e independiente, durante las épocas oscuras, autoritarias y vergonzantes del viejo régimen del PRI y PAN que estos falsificadores quieren restaurar. Qué bueno que se quitan la máscara y anuncian lo que ya sabíamos, que en el mejor de los casos son asidero ideológico de conservadores, retrogradas y golpistas.

 

¿En verdad alguien pudiera conceder que estos personajes representan al mundo de la cultura y la ciencia? ¿Quién los eligió como sus voceros? ¿Por qué suelen hablar sexenio tras sexenio a nombre de un mosaico tan plural como la sociedad mexicana? Confirmamos con este desplegado que el nivel de la materia gris de la BOA es tan golpista, desmemoriado y falaz como el resto de sus componentes.

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