Por Alejandro Durán

A un año y medio de operación, el programa de “Jóvenes escribiendo el futuro” no aplica criterios de equidad en la entrega de las becas y no tiene claro la problemática que buscar resolver, concluyó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

En este sentido, al dar a conocer el resultado de un diagnóstico realizado al programa implementado por la actual administración federal, el CONEVAL dijo que, si bien el instrumento público ha logrado superar sus expectativas, al alcanzar una cobertura de 104.5 por ciento de la meta establecida, lo cierto es que carece de criterios clave para su efectiva implementación.

Recordó que en 2019, el programa tuvo un presupuesto aprobado de cuatro mil 320 millones de pesos, de los cuales, se ejercieron seis mil 210 millones en este mismo año.

Para 2020 dispone de un presupuesto aprobado de seis mil 776 millones de pesos, lo que representa un incremento nominal de 80 por ciento respecto al asignado el año anterior.

En 2019 el programa atendió un total de 313 mil 523 becarios, lo que representó 104.5 por ciento de la meta establecida para dicho año, que fue de 300 mil estudiantes.

Sin embargo, el CONEVAL advirtió que se identificaron con varia áreas de oportunidad:

  • El programa ha superado la meta de 300 mil becarios durante su primer año de operación. No obstante, se identificaron problemas de focalización, ya que había estudiantes que no recibieron el apoyo en instituciones prioritarias donde se planeaba otorgar una beca al total de la matrícula. En este sentido, la aplicación de los criterios de inclusión y exclusión han tenido resultados diferentes entre estudiantes de una misma institución educativa con condiciones socioeconómicas similares y que cumplen con los requisitos de elegibilidad del programa.
  • Las y los alumnos que realizaron su solicitud de apoyo y que no fueron seleccionados no recibieron una respuesta de parte del programa en la que se les informaran las razones por las que no recibieron la beca.
  • El programa no cuenta con un diagnóstico definitivo y público y, por tanto, no es clara la problemática que busca atender, ni la definición ni cuantificación de sus poblaciones, ni otros aspectos que son importantes analizar para identificar la pertinencia de la intervención.
  • Existe una incompatibilidad de los calendarios operativos del programa y los escolares de los distintos subsistemas o tipos de instituciones educativas.

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