Por Alejandro Durán

Aun sin contabilizar los efectos del confinamiento por el COVID-19, la economía mexicana transita por la peor situación de la que se tenga registro, pues durante en los tres primeros meses del año cayó 1.6 por ciento respecto al trimestre anterior, con lo que ligó cinco trimestres a la baja, la peor racha desde que se reporta el comportamiento trimestral del PIB (1993), de acuerdo con datos ajustados por estacionalidad.

Y lo anterior, porque en los cuatro trimestres del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB), reportó caídas trimestrales de 0.1 por ciento en cada uno, los cuales se sumaron al desplome de 1.6 que se registró en el primer trimestre de este año.

Así, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la economía mexicana ya acumuló más variaciones negativas trimestrales que los dos que reportó en el marco de la llamada “crisis del tequila” (-5.7 y -4.9 en el primer y segundo trimestre de 1995).

De acuerdo con datos oportunos, el INEGI explicó que el descalabro de 1.6 por ciento (el peor descenso que ha reportado la economía en 11 años), fue resultado de la contracción de 1.4 que reportaron las actividades secundarias (industria) y terciarias (comercio y servicios), cada una. El sector primario (campo), avanzó apenas 0.5 por ciento, de acuerdo con cifras desestacionalizadas.

En su comparación anual, resultó que el PIB cayó 2.4 por ciento respecto al primer trimestre de 2019, en donde las actividades primarias avanzaron 1.2 por ciento, mientras que las secundarias cayeron 3.8 y las terciarias 1.4 por ciento.

De acuerdo con datos sin estacionalizar (originales), resultó que la economía mexicana cayó 1.6 a tasa anual, resultado de los balances negativos que anotaron los sectores secundarios (-3.2) y terciario (-0.9).El primario avanzó 1.5 por ciento.

Al respecto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Ci Banco, advierte que los datos revelados por el INEGI se dan en un contexto en el que la actividad económica traía una inercia de debilidad desde el año pasado y esta se intensifica al comenzar a resentir el impacto de las medidas de confinamiento para enfrentar el coronavirus, tanto localmente como a nivel internacional.

“La realidad, es que el mayor impacto negativo se dará en el segundo trimestre de este año, donde la caída sería de dos dígitos”, advirtió.

En decir, de acuerdo con el especialista, lo peor está por venir.

Cabe señalar que las estimaciones oportunas proporcionadas por el INEGI podrían cambiar respecto a las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional, las cuales se publicarán el próximo 26 de mayo de 2020.

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